El menosprecio al personal suele manifestarse de múltiples formas, pero quizás la más evidente es la propia reglamentación. Pues si el personal no está conforme con su superior, el único mecanismo para dejar de trabajar con este es enviándole una nota a este para "solicitarle" que "sea liberado" (cual lenguaje esclavista), donde siempre se fundamenta en "razones personales".
¿Que otra cosa se podría argumentar si éste es quién puede o no autorizar "ser liberado"?
Formalismos que lo único que revalidan es un poder sin autoridad, y una autovalidación de mediocridad, donde las críticas reales no existen.
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