Todo niño-mayor siempre está ocupado. No en cosas del trabajo, claro. Sino en cócteles, conferencias y demás cuestiones que en nada hacen al trabajo. Pues para eso están sus súbditos.
El resto de la gente nunca podrá preguntarle algo, ni consultarle. Pues "siempre está ocupado". Así luego, cuando ya se excede lo que los súbditos pueden resolver, van a consultar al niño-mayor que sanciona por las dudas, para resolver, y ya es demasiado tarde.
Tal vez no debería haber hecho esas sesiones de prensa, ni reunirse con varios políticos, o tal vez no debería haber ido a esos cócteles de fundaciones honradas (pero con libros contables bastantes espurios).
No hay comentarios:
Publicar un comentario